
" Para los amantes de los libros, aún en la distancia la
relación nunca muere, porque no son papel o
palabras, son las emociones compartidas con un gran
amigo" Thalía Cuadrado
Los libros que ya no están en el librero de toda la vida, en la mesita de noche, en la cartera o en cualquier lugar cotidiano. Aquel que en acto de compartir, extendimos a otra persona que pensamos que se beneficiaria con sus enseñazas. Ese que al cabo del tiempo buscamos entre los que se quedaron y no podemos encontrar, porque no esta. En ese día, a esa hora, al no encontrarlo, realizamos el vacío físico, emocional que ha dejado. Ese día, esa noche, cuando recordamos que voluntariamente lo prestamos, ha provocado en mi esta reflexión.
De nada vale tener sin compartir, todo lo que llega a tus manos, sea adquirido con un intercambio de dinero, sea por un esfuerzo, todo lo tenemos para compartir. El tener sin compartir es detener el flujo energético y lo que se detiene muere. Todo lo que aprendemos se completa cuando lo participamos a otras personas.
Un librero lleno de libros que nadie lee, es una de las grandes tristezas de tener y no compartir. Los libros cuando se estancan sufren mucho, porque pierden su función principal, la que tuvo el autor para escribirlo. Los libros se escriben para comunicar ideas, memorias, historias, y sin un lector el libro no puede cumplir su misión.
Hoy día existe un movimiento de adoptar a nuestro alrededor, niños, carreteras, ideas. Pensar en adoptar un libro me parece genial. Pero la adopción de un libro debe ser con papeles y permiso, no por olvido o dejadez. Un libro que no es tuyo, o que no esta propiamente adoptado, es una energía extraña en tu hogar. Una energía que esta pidiendo ser devuelta a su lugar, allí donde le echan de menos y necesitan sus enseñanzas.
Yo solo espero que mis libros sin excusa regresen a mi. En caso contrario, deseo que quien los tenga los lea con frecuencia y los complete con su lectura. Un libro prestado que no es regresado y no es leído , esta siendo robado de su elevada función de enseñar.
La autora es Psicóloga Clínica en práctica privada
(787)753-2848/ 399-3114
thaliacuadrado@gmail.com

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