Laberinto.Acrílico sobre papel.16/19.2012 |
Tus
hijos no son tus hijos
son
hijos e hijas de la vida…
Khalil Gibran
Laura
tenia la costumbre de leer el diario de su hija. La estaba criando sola, el
padre de la niña las abandono, "el dice que yo le reclamaba mucho y se
canso". "Meses después de irse conocí el nombre y apellido de ese cansancio". "Mi vida
ha sido muy dura, me enamore de ese… y quede embarazada, odie cada segundo de
mi embarazo y ahora tengo que pasar por esto".
Acababa
de comprobar que su hija de 16 años y medio estaba teniendo una relación amorosa con una mujer de 25. A
Laura no le importaba la edad, lo que la trastorno es que fuera otra mujer.
Nunca pensó en casarse nuevamente tenia
34 años y "no quiero saber de los hombres, son todos unos….". Guardaba tanto rencor en su ser que se
podía sentir al estar a su lado,
las huellas de su frustración estaban escritas en un rostro duro que no parecía
de su edad.
Era enfermera práctica, estudio después
que su hija nació, fue muy difícil, "sin ayuda, mis padres me dieron la
espalda". Por la naturaleza de su trabajo tenia diferentes turnos y había tenido que dejar a su hija
cuidando por otras personas. Vecinas, amigas, centros de cuido o algún
familiar. Pasaron los años y su hija
llego a los 16 y medio y no tenían buena relación, "no nos
conocemos, pasamos tan poco tiempo juntas","cuando era pequeña era
mas fácil, ahora no podemos ni hablar".
Entre estas personas se encontraba Ana
su nueva vecina, una chica joven y servicial que estaba estudiando. Ana iba a
su casa a hacerle compañía a su hija y Laura aceptaba con gusto.
Días
antes de nuestra cita, leyó lo que su hija escribió y encontró lo que no quería
encontrar, la confirmación de esta relación. "Me volví loca y " le di
una pela(paliza) que falto poco para matarla". Ella llamo a su
"amante" (palabra que decía con gesto de desprecio). Ella vino a
buscarla y yo le dije que se fuera, que no la quería mas en casa. Laura acababa
de repetir su propia historia, sus padres la echaron cuando quedo encinta y
ella fue a vivir a casa de los padres de su novio, donde vivió un infierno.
Llego
a mi oficina y lloraba tan amargamente, parecía un funeral, "mi hija la he
perdido, la he perdido, estaba descontrolada, realmente lloraba como si su
hija hubiera muerto. Para
consolarla le dije: Laura tu hija esta viva, no esta muerta, aún podemos
trabajarlo. Ella dejo de llorar abruptamente, me miro fijamente con una mirada
que me enfrió y me respondió. "Prefiero verla muerta".
Laura replique tratando de hacerla
razonar tu hija es una menor, no
puedes actuar de esta forma. ¿Me permites llamarla? Necesitas hablar con ella,
es necesario buscar una solución cuanto antes.
Samira
contesto enseguida y asistió a la cita, la trajo Ana con la que también pude
hablar. La niña estaba segura que ella era "gay", que nadie la iba a
cambiar y estaba convencida de que su mamá no la aceptaría con su preferencia
en su casa. "Mi mamá violo mi privacidad, ella siempre lo hace, no me
respeta y yo no vuelvo", "no tenemos relación ninguna, ella no me
quiere, no voy a volver". Lo
de la violación de su privacidad era cierto, pero Samira era una menor y había
que actuar de inmediato, cite a ambas madre e hija.
Durante la consulta me percate de que la
relación estaba muy deteriorada, el daño era enorme y viejo. No tenia nada que
ver con que la nena fuera "gay". Laura había envenenado tanto su vida
que no pudo desarrollar una relación sana con su hija. En esa cita logramos que
la niña regresara a su casa con la condición de que podría hablar con Ana, que
por otro lado estaba preocupada por las consecuencias legales de la situación.
Después
de muchos intentos y discusiones,
Laura decidió entregar la niña a Ana. Mi sugerencia de que pasara el año que le
quedaba hasta su mayoría de edad con su papá, no progresaron. Realmente el no
quería saber nada del asunto.
Años
después me encontré con Ana y Samira en un sitio público. Parecía contenta,
estaba en la universidad. De sus padres no sabia nada.
Conclusión
Tener
hijos no es una obligación y no debe ser un accidente, en estos tiempos existen
múltiples maneras de no quedar embarazada, la educación sexual es urgente para
nuestros jóvenes y para que sus padres aprendan cómo educar en un tema tan
central como la sexualidad.
Muchas
personas hombres o mujeres no están preparados para tener hijos, tener menores
a su cargo o criar a otro ser humano. Las consecuencias en la vida de un niño o
niña de unos padres irresponsables es letal, tanto para el o ella como para la
sociedad en general.
Laura
nunca estuvo preparada para la maternidad y volcó toda su frustración en su
hija. El padre de la niña tampoco estaba preparado y tomo el camino de
desaparecer de la vida de su hija. Ambos abandonaron a Samira de maneras
distintas.
La
decisión de Samira de relacionarse con Ana de manera intima es solo un añadido
a la historia, no la causal de nada. Samira tenia y tiene el derecho de amar a
quien desee y eso nadie lo puede cuestionar. Sin embargo, la manera en la que
sus padres actuaron, les privo de cultivar una relación con su hija, relación
que por otro lado es permanente por ser de sangre. Espero que en algún momento
alguno de ellos camine hacia una solución mas sana.
*Laura, Samira y Ana. Son nombres ficticios.
*Laura, Samira y Ana. Son nombres ficticios.
La
autora es Psicóloga Clínica en práctica privada.
(787)753-2848/399-3114
thaliacuadrado@gmail.com
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