Tela de araña. |
La
esencia de los humanos no es competir es crear. No es posible pensar en
competir cuando solo existe una persona como tu. Único en tu propia clase, compararte con otra
persona es injusto para ambos y ciertamente los limita. Este concepto es
complejo de aceptar para muchas personas. La ciencia nos demuestra a diario lo
únicos que somos y por otro lado nosotros hacemos esfuerzos en colocarnos en
modelos que nos reducen.
El
competir establece que existe una manera única específica de hacer, decir o
comportarse que a su vez es la medida a la que todos debemos aspirar. Esta
aspiración de vida es un modelo con el que nos comparamos. Si la comparación es
muy parecida, nos definimos como exitosos. Si esa comparación se encuentra
alejada nos catalogaremos como fracasados.
La
injusticia de la comparación que nos limita provoca que muchas personas vivan con
una valía personal sumamente debilitada, porque sus vidas no se parecen al
modelo de éxito que han comprado. Otras caminan por el mundo como pavos reales
porque son el vivo ejemplo de lo que quiere decir ser exitoso.
En
la competencia siempre hay ganadores y perdedores. Exitosos y fracasados. Gente
que esta en algo y otra que no esta en nada. El mundo del competir con otro u
otra siempre mira hacia fuera para establecer esa competencia. Las ropas, los
objetos de adorno, la cantidad de dinero y las posesiones que pueden demostrar
el valor que implica superioridad.
La
creatividad por otro lado respeta la unicidad de cada persona y su manera
particular de hacer, de sentir, de comportarse y de expresarse. La creatividad nos
permite ser y disfrutar de lo que somos, promueve la diversidad y la aceptación
de todas las maneras de ser y hacer. En un mundo de humanos globalizados los creativos
podemos aprender y disfrutar de la variedad alimentándonos todos de una gran
diversidad de visiones. Continuar en una mirada de competencia nos empequeñece
y promueve que tengamos diferencia irreconciliables pues se supone que existe
una manera de ser a la que todos debemos aspirar. La competencia nos automatiza
y nos deshumaniza. La creatividad nos libera y nos acerca en asombro a descubrir
a los demás y a conectarnos con lo que somos.
Competencia
incita al poder de unos por otros, compara individuos y los pone a pelear por
el trozo del pastel. Competir es lo que hemos practicado por mucho tiempo y a
la luz de las crisis mundiales, con guerras que no terminan, humanos contra
humanos porque no permitimos la diferencia, me parece que debemos comenzar a
reflexionar en otra mirada. Decía Joseph Campbell que los artistas eran las
personas creadoras de nuevos mitos para la vida. Cada uno o una de nosotros es
un artista que puede crear sin detenerse, su propia vida, la vida de su entorno
y la del colectivo. La creatividad esta
en todos y nos provee para crear todo lo necesario para la vida. Desde esta
mirada todos tienen su propio pastel que compartir.
La
persona en competencia trabaja hacia fuera, es una búsqueda de lo que existe
fuera y que se desea alcanzar.
La
persona que practica el modo creativo trabaja para adentro, su enfoque es en lo
que puede generar en su interior para sacarlo al exterior. Una obra de arte, un
escrito, o las ideas que identifica en su interior.
En
momentos de dificultades económicas la competencia se convierte en un
depredador que identifica lo poco que hay y se dirige a conseguirlo por encima
de lo que sea. El fin en este caso justifica los medios. Esta dificultad
económica que muchos vivimos al presente esta sacando lo peor del competir, muchos
piensan que si hay poco hay que quedarse con el máximo, consumir lo poco que
quede, apropiarse de lo que aún queda para –yo- no carecer.
La
visión creativa conoce de la abundancia del mundo. Las ideas son infinitas, el
comportamiento es muy variado ante los problemas, la creación de nuevas
avenidas de solución a las situaciones son tantas como deseemos. La persona
creativa conoce que la creación nunca termina que es una fuente inagotable
donde bebemos todos, nadie se queda con sed.
La
creatividad promueve la diversidad, y la abundancia. El competir promueve las
luchas. En este nuevo mundo que estamos creando donde falta mucho y en algunos
temas, todo por hacer, te invito reflexionar en estos dos conceptos o maneras
de vivir.
La
autora es Psicóloga Clínica en practica privada.
(787) 399-3114
thaliacuadrado@gmail.com
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