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Corazòn con dos cabezas. |
En
una sociedad donde a todas luces, falta estructura, hablar de la necesidad de
organizarnos, es casi una mala palabra. Si embargo, todo sistema necesita
estructurarse para que pueda funcionar. Sistemas sociales, individuales como la
personalidad o el carácter y las parejas que formamos.
Como
parte del desarrollo de una pareja es necesario fomentar una estructura, una
organización que le brinde orden a su sistema de relación particular. En ese
orden establecido la pareja tiene la oportunidad de desarrollarse, de hacer crecer,
no solo a la pareja, también a los individuos que la componen.
La estructura de una pareja es una especie de
manual para la interacción de la
relación, que asiste a los individuos y brinda continuidad al tipo de relación
que deseen formar.
Este
manual nunca puede ser rígido, está diseñado para facilitar y permitir que
fluya la convivencia, no para impedirla o controlarla. El libro de reglas
cambia o se modifica a través del tiempo y del uso funcional que tenga para la
pareja. No puede tener la misma estructura una pareja de muchos años que una
nueva, o una con hijos .
La
estructura particular de una pareja son esos acuerdos que ambos van tomando
para hacer la vida mas armoniosa.
A
través de esa estructura se toman decisiones, se resuelven conflictos o se
elaboran planes de futuro. Desde comprar una casa, hasta tener un hijo, pasando
por el tipo de alimentación que van a llevar, la estructura es importante.
Realmente siempre que la pareja necesite llevar a cabo una negociación por
algún tema, la estructura que han desarrollado los sostiene y los estabiliza.
Tener
una estructura que nos unifique y facilite la vida diaria es muy conveniente.
En la vida del presente con los dos miembros de la pareja trabajando y con
múltiples ocupaciones, es vital conocer de antemano cuál es el plan de acción.
Sin
embargo, a muchas parejas se les pasan los años y no logran construir esa
estructura básica. Una pareja sin organización es una pareja con posibilidades
de conflictos frecuentes y un alto grado de estrés. La falta de estructura, de normas de
procedimientos, de reglas de vida produce variadas consecuencias, sobre todo
malos entendidos y discusiones frecuentes.
Cuando
no se tiene un orden común a seguir, la vida de pareja es un continuo apagar
fuegos. Al no existir un orden de acción la mirada de la pareja es en lo
inmediato, cosa que los lleva a reaccionar a lo que tienen delante. Es decir,
la estructura es relevante tanto para la planificación del futuro en común, como para el momento
presente.
Las
personas piensan que tener estructura les priva de ser espontáneos, esto realmente
no es correcto. Si bien ser espontaneo es muy deseable, también es cierto que
ser espontaneo obedece a un momento. La llamada espontaneidad permanente puede
ser un acto donde vivimos a lo que salga o a lo que sea en el momento. De esta
forma no somos constructores de la vida, reaccionamos ante los eventos. Si
estamos sin pareja quizás este acto diario de, a lo que salga, es
posible. Cuando se construye pareja es nefasto para la convivencia.
La
impulsividad por otro lado, también es un comportamiento que se nutre de la
falta de estructura. No teniendo claro un orden establecido, podemos hacer lo que sea en el momento que
sea, cosa que puede resultar en conflictos de pareja.
El orden establecido por la pareja puede
romperse en un momento dado y resultar ser muy saludable, pero al romperse constantemente
produce inseguridad. Además crea desconfianza, suspicacia, la sensación de no poder contar con la otra persona
y atenta contra la intimidad.
La creación de una estructura es importante en
cualquier tema de la vida de pareja. Tanto el amor, como la intimidad, los encuentros,
el hogar y la economía. Sin olvidar el gran tema de la crianza de los hijos,
donde la falta de estructura puede crear verdaderos caos en el hogar.
El
tema de cómo administrar los recursos económicos de la pareja, es una de las
partes de la convivencia mas álgidos del diario vivir. La falta de estructura
en el tema económico está facilitando en estos momentos muchas separaciones.
Otros temas como la expresión religiosa o espiritual de la pareja, es necesario
que formen parte de una estructura compartida. En este caso no tienen que creer
en lo mismo o practicarlo de igual forma, pero tiene que existir una estructura
de respeto mutuo.
La
mayoría de las parejas que acuden a consulta no tienen claro el orden que tiene su pareja, muchos dicen, al principio lo hacíamos, pero luego se fue
perdiendo. Para trabajar una terapia de pareja es necesario trabajar sobre
los entendidos, escritos o asumidos, así como las costumbres que tiene la
pareja particular. Realmente ni la vida de una pareja, ni el desarrollo de una
sociedad se pueden construir bajo las bases de…a lo que salga.
La
autora es Psicóloga Clínica en practica privada.
(787)
753-2848—399-3114
preguntaleathalia@gmail.com
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