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Sin tìtulo. 2015 |
La vida comienza cuando termina tu zona cómoda.
Neal Walsh. “Conversaciones con dios”.
...Manos a la obra, levanten los brazos, vamos
a llenarnos de energía y de apertura para colocarnos de frente a la vida. Estos
no son momentos para invernar, vamos a
salir a la luz y la miramos de frente…
Amy Cuddy es una psicóloga social que ha
hecho estudios sobre las posturas que asumimos con el cuerpo y cómo éstas pueden hacer cambios en el ánimo.
Este impacto ser en los niveles hormonales y en los que nos rodean, porque crean estímulos en las demás personas. Dice,
que si levantamos los brazos en actitud de victoria por varios minutos, esta
postura nos llena de energía y brinda
seguridad para enfrentar retos o situaciones. Curiosamente es una postura que
naturalmente asumimos cuando nos sentimos en victoria o celebración.
En tiempos de muchos retos y estos tiempos
lo son. Independiente de la visión o filosofía de vida que usemos, para
evaluarlos. Necesitamos abrirnos a todo el conocimiento que existe, para
abrirnos a las ocasiones de logros.
Emprender el día, brazos en alto, con una actitud y corazón agradecido,
crea una situación favorable, para comenzarlo. Crear situaciones propicias, provoca
momentos de apertura, para poder allegarnos, a las enormes oportunidades a
nuestro alrededor.
Levantando los brazos, abrimos puertas y
ventanas en el entendimiento, provocándole incomodidad a la ignorancia. Porque
la incomodidad es lo que mueve al cambio y el peor enemigo es la ignorancia, de
la que se alimenta el miedo. Esa comodidad que hemos practicado a través de
tanto tiempo, que nos han enseñado como la máxima aspiración de la vida, tiene
que moverse. Y solo mirando fuera de nuestros propios límites, podemos atrevernos
a ser más creativos. Levantar los brazos es una postura de apertura que
promueve el movimiento. Bajar la mirada, los hombros, es una, de comodidad y
letargo.
Ante los grandes retos del momento, cuando
nuestra propia identidad, está encima de la mesa, el problema no puede ser solo
la deuda, el problema también es psicológico. Este no es un problema de bonos, de
deudas, de economía, como si todas estas actividades no las hicieran las
personas. Este es el centro de lo que somos, al desnudo, sin ropajes y sin posesiones.
Levantar los brazos nos ayuda en la apertura y nos obliga a mirar dentro. Mirar
dentro nos ayuda a identificar los activos, que nadie puede quitarnos, ni vender o convertir en bonos o hacerlos
desaparecer. Tenemos por ejemplo:
*
Un mundo emocional de tal riqueza
que resulta extraordinario. Curiosamente
se nos ha señalado como negativo, exagerado, o dramático.
*Ideas, imaginación. Dice Neville que
lo único que necesitas para crear situaciones es la imaginación. Vivimos en el
caribe, un mundo que alimenta la imaginación.
*Percepciones. ¿Cómo percibo, cómo
veo las situaciones? Este es un activo en el que hay que trabajar mucho. La
visión de lo que somos está muy debilitada. La critica constante, el juicio
apresurado y la comparación, nos han mermado.
*Las
creencias son un activo nacional y
por supuesto individual. Muchas de nuestras creencia necesitan re-evaluarse,
actualizarse y otras desecharse, no nos sirven, en este momento. Quizás esta
seria la mayor dificultad. Solemos pensar que las creencias son verdades
absolutas. Realmente son maneras de creer sobre algo y las creencias cambian,
cuando leemos la historia podemos darnos cuenta, de cuánto hemos cambiado
creencias.
Levantemos los brazos y en actitud de
victoria hagamos evaluación, de lo que tenemos como individuos. Este cálculo
nos ayuda a crear situaciones favorables.
¿Cuáles son mis activos?¿Qué pienso de mis
activos? ¿Qué creo de mis activos? ¿Cómo los estoy manejando? Los estoy
administrando a mi favor o para derrotarme? Con estos activos que no son dinero
se crean países, que no son entes abstractos, un país es la gente que lo hace.
El país se toca, se siente, se vive, se cree, ademàs se construye con la
aportación de todos. El discurso económico es muy limitado, sin bonos también
hay vida, la riqueza de un país es su gente y por aquí, somos ricos.
La autora es Psicóloga Clínica en práctica
privada.
(787) 399-3114
preguntaleathalia@gmail.com
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