Todos
sabemos que para dar algo hay que tenerlo antes sin embargo, esto que parece una
obviedad es muchas veces lo mas difícil
de entender. Muchas son las veces que queremos dar tranquilidad y no encontramos
cómo hacerlo porque no tenemos la tranquilidad que queremos dar.
Esta
situación es muy común a los padres y madres ante un evento de divorcio . Aún cuando
la decisión de divorciarse sea la más sana, la adecuada, quita literalmente la
alfombra de debajo de los pies tanto a los
adultos como a los hijos de cualquier edad. Las parejas no se casan pensando en
divorciarse, tampoco se casan pensando en ser infiel, la verdad es que si alguien
piensa de esta manera no debe casarse. Por otro lado la realidad es, que no importa cuantos
divorcios estén registrados en la estadística el propio es único e irrepetible
y cómo lo conduzcan los protagonistas principales, es decir los esposos es personal.
El divorcio
es uno de esos eventos donde podemos ver explícito el carácter, con sus
fortalezas , debilidades y la manera de enfrentar situaciones complejas de las
personas. Por ello es que las frases más repetidas son: “nunca pensé que
actuaria de esa forma”, “es como si fuera otra persona”, “esta no es la persona
que yo creía “.
En una situación de divorcio invariablemente
hay tensión, dolor, sensación de fracaso, culpa, malhumor, dudas, temores. Sin
embargo, es responsabilidad de los mayores asistir y proteger a los menores
para que esto los afecte lo mínimo posible. Este tema es muy importante porque
hay que recordar que si los adultos entran en caos los niños y niñas estarán en
ese caos. Entendiendo esto podemos decir que: el divorcio
de los padres será tan traumático para los hijos como lo sea para los padres.
En éste escrito el centro son los niños pequeños pero independientemente de la
edad, cómo actúen los padres será cómo lo vivan los hijos aún los muy adultos.
Los actores
principales de un divorcio son los padres, la pareja, los que se casaron. Un
divorcio es una situación, problema, o evento de la pareja que es la que
contrae matrimonio y la que se divorcia. Colocar a
los hijos en una posición de primera fila es un error común que lleva a traumas innecesarios
que pueden afectar la vida futura de los niños y la relación con los padres.
Las razones
para que padres y madres coloquen a los hijos en el centro del divorcio son
variadas. Desde ignorancia, venganza,
poder, inseguridad, soledad, hasta patologías variadas de uno u otro adulto.
Cuando vemos niños involucrados en procesos de adultos casi
siempre es porque algún adulto los coloco en ese escenario seria muy raro que
un niño asumiera por si mismo esta posición.
A los niños hay que informarles de la situación
aclararles su papel en todo ello y asegurarles que este es un proceso de adultos y los
adultos están a cargo. Los niños no pueden convertirse en fichas que se usen a
conveniencia de los padres en contra o a favor de uno de ellos, es desafortunada
la frecuencia con la que esto sucede. Si el divorcio es por infidelidad, ¿qué hace
un niño con una información que no entiende y no puede procesar?. Pero cualquiera
que sea la razón para un divorcio los padres deben hacer todo lo que este a su
alcance para que continúen siendo niños. Esa en definitiva es su
responsabilidad como padres.
Se entiende
que a veces no hay más remedio que informar a los niños de detalles que no
deberían tener, también es cierto que si queremos que los niños no se impacten,
dañen, traumaticen con el divorcio de los padres es necesario que ellos los
adultos se preparen. Solo podemos dar tranquilidad si la tenemos. Si te
encuentras en un proceso de divorcio
busca ayuda para aclararte y poder manejar la situación de la mejor manera
posible. No conviertas a tus hijos en daños colaterales de un evento donde
ellos no decidieron nada.
Casarte, convivir, fue tu decisión ese padre o
madre lo escogiste tu para tu hijo. Cuidemos la salud mental de los hijos e
hijas ayudándolos a quedarse en su lugar. Obligar por egoísmo a que los niños
tomen bandos entre padres o familiares es un terrible daño. Si entiendes que
existe una información que tus hijos deben conocer, espera a una edad donde
puedan procesarla.
Buscar ayuda para proteger la salud mental de
tus hijos y la tuya, esa ayuda debe ser parte de los preparativos del divorcio,
si no tienes tranquilidad no puedes darla. Un divorcio es uno de esos momentos
de la vida donde es necesario mantener la calma, es el fin de la vida que has
llevado hasta ese momento pero puedes diseñar otra, más allá siempre vive
gente, protégete a ti y a tus hijos.
La autora
es Psicóloga Clínica en practica privada.
(787)
399-3114
De
la serie: Mandalas de procesos.
La
rueda de la vida 2. Acrílico sobre tela. 20x16. 2010
Arriba…Abajo…A la derecha…A
la izquierda…Son todas experiencias de cómo sentimos la vida… En cualquiera de
ellas lo importante será reconocer que esa también pasará.
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