En el
departamento de la pareja amorosa todas son practicas, aprendizajes y
enseñanzas. A lo largo de la vida vamos recibiendo información de cómo se
construye una pareja, de familiares, amigos o del colectivo cultural en
general. Cada pareja que vemos funcionando nos brinda la oportunidad de copiar
estilos, dinámicas o comportamientos. La realidad es que nada ayuda mucho, porque lo que vemos es muy particular a esas personas
y cada pareja es un mundo a descubrir.
En la rueda
de la vida la practica nos hace maestros y la verdad es, que en el amor todos
hemos tratado muchas veces y otras tantas terminamos con cicatrices más o menos visibles
de las luchas que hemos tenido en el camino. Tener un mundo donde la primera
enseñanza sea sobre nosotros mismos, en cómo vivir, aprender de los demás que están
en este viaje acompañándolos y en el cómo nos vamos a relacionar seria un
ideal. Sin embargo, estas cosas las aprendemos de la manera más difícil y muchas
veces dolorosa.
Volviendo a
los ejemplos de los que nos nutrimos también tenemos las novelas de amor, las
películas de Hollywood o los culebrones de la T.V. que son el peor lugar para
aprender y el más frecuentado. Tenemos
varias generaciones usando como modelo de relación una distorsión diseñada para
vender, no para educar. Pocos son los programas de T.V. que presentan “algo”
que puede educarnos en el tema más importante de la vida humana y alrededor del
cual se diseña todo lo demás, la pareja
amorosa.
A continuación
les presento una lista concentrada de hechos de la pareja que he aprendido de
la vida y de las que he tenido el privilegio de atender en terapia.
Hechos de la vida en pareja.
*La mayoría
de las parejas fracasan porque las personas se olvidan del sentido de sí mismos
y se convierten en otra cosa. En esto la mujer es especialista, cuando comienza
una pareja va cambiando todo lo que hace lo que le gusta, hasta convertirse en
lo que ella cree que le gusta a él. Además de modificarse a sí misma quiere “mejorarlo” a él y comienza una campaña
de mejoramiento que al final los convierte en otras personas. ¿Loco verdad? Sin embargo,
les aseguro que es la dinámica de pareja más común que existe.
Enseñanza: Crecer en pareja y ayudarse mutuamente
tiene sus límites. Si lo que llega hay que hacerle tantos arreglos para que
cumpla con lo que quieres, déjalo pasar.
Si deseas hacer cambios en ti hazlos por ti mismo nunca para complacer al otro.
Ser un eterno camaleón tiene el peligro de que al final la confusión sea tan
grande que no te reconozcas.
*La pareja
amorosa es un sistema emocional, en la mayoría de los casos la pareja comienza
porque dos personas se enamoran. Cuando nos enamoramos la tendencia es a cerrar
los ojos o a no prestar atención ante nada que no sea “bello”. El comienzo de una relación amorosa es muy
frágil, vulnerable y nosotros decidimos cerrar los ojos en un momento
donde caminamos por cristales y estamos
descalzos.
Enseñanza: Insiste en abrir los ojos, cerrarlos no es buena
práctica. Si es amor lo que se está cocinando y cierras los ojos, te lo vas a
perder. Si es un sueño o una pesadilla mejor saberlo cuanto antes.
*En algunas
culturas las parejas se construyen por mandato familiar, por conveniencia, por
arreglos. En nuestros espacios la pareja se une en su mayoría por amor y por la
“química” que sienten al conocerse. Ese atractivo que va más allá de las palabras es
tan importante que muchas parejas si no lo sienten intentan fabricarlo. Es
desafortunado pero esa respuesta química, energética, intuitiva no puede
producirse a voluntad, no puede inventarse y si lo intentamos lo más seguro es
que terminemos frustrados.
Enseñanza: Si deseas atracción química y esa es tu
meta en una pareja no la busques ella te encontrará a ti. Por otro lado debemos
tener cuidado con la química porque esta tiene la mala costumbre de durar poco
en el tiempo y puede dejar grandes vacíos y frustraciones.
*En el amor
como en muchas cosas la experiencia hace al maestro. Cada intento de pareja es
una experiencia más o menos corta, más o menos feliz o frustrante. Siendo esta
la realidad del momento presente hay que aprovechar lo vivido sin culpa, es
parte de la vida. Nos enseñaron que debíamos tener como meta encontrar una
persona que llenara nuestras expectativas de pareja y con la que estaríamos por
el resto de la vida. Hoy día esta formula ha probado estar equivocada.
Enseñanza: Debemos entender cada encuentro como
una experiencia, no como un fracaso, la experiencia te acerca a encontrar lo
que estas buscando, verlo como un fracaso te detiene en culpa y te impide aprender y continuar.
*Las
personas hablan de la falta de compromiso como si de una enfermedad se tratara
y la verdad es que muchos, sobre todo hombres no quieren comprometerse. Por un
lado ese es su derecho y por otro dicen estar enamorados pero no quieren llevar
la relación a otro nivel, como el matrimonio. Esto también es su derecho. El
problema se produce cuando una mujer o un hombre, porque hay casos de mujeres,
se proponen hacer cambiar de opinión a la otra persona.
Enseñanza: Si una persona no quiere comprometerse
y la otra parte de la pareja desea compromiso, están
desfasados, desarmonizados. Esta diferencia es enorme y dedicar la vida a
convencer al otro es invertir en cambiar algo que para empezar debe ser
natural. El compromiso de pareja es espontaneo, nunca presionado, si hay
presión nunca sabrás si está contigo por tu persistencia o por su voluntad.
*Los
hombres y las mujeres somos proyectos inacabados y en desarrollo toda nuestra
vida . Si de verdad deseas tener una relación de amor sana que comparta tu vida
aprende a ser eso que deseas y las posibilidades de que lo encuentres son
altas. Nos encontramos en una época donde ser independiente, es algo que aspiramos. Jugar a ser dependiente
para conquistar, necesitar a la otra persona para vivir, buscar a otro u otra
para ser feliz ya no se perfila como una manera atractiva de proceder para
tener pareja. Si no te conoces no puedes pretender encontrar lo que deseas
porque tu mismo desconoces lo que estas buscando.
Enseñanza: Lo que estamos buscando o un facsímil muy
razonable existe, pero primero tenemos que conocernos para poder reconocerlo.
La autora
es Psicóloga Clínica en práctica privada.
(787)
399-3114
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