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De la serie Mandalas del Amor. Intercambio. Acrílico sobre tela. 48''x 36''. 2017. |
Cuando algo nuevo va a llegar a nuestra vida lo mejor es, que nos coja preparados con los zapatos limpios, el corazón contento y espacio para lo bienvenido. Para la vida siempre hay que estar listo pues nada puede llegar si no tenemos el espacio para recibirlo o las puertas del corazón están cerradas.
Estas
palabras son tan ciertas que muchas personas que desean algo con todo el
corazón no puede llegarles porque no están preparadas para recibirlo. Cada
cosa, persona, regalo, luz o sombra tiene que encontrar el espacio de entrada
para hacerse visible. Si las puertas del entendimiento están cerradas no puede
entrar, sea lo que sea.
Muchos
hoy día están deseando un cambio grande que les gire la vida por otros
caminos, que en fantasía parecen más verdes que los que transitan. Este deseo
es genuino poderoso pero el deseo nunca es suficiente, la vida nos exige que
nos hagamos presentes y entremos al juego y para ello hay que prepararse.
Querer
que todo llegue porque ‟yo me lo merezco” es colocar todo el esfuerzo en la
vida y nosotros continuarla como espectadores. Lo anterior es inmaduro y la vida no acepta vagos, dejadez, faltas de
compromiso y querer ganar el juego sin sudar. Querer tener sin hacer es un
juego del ego que no quiere moverse pero quiere y quiere, a esto se le llama
egoísmo y en este presente ya esta muy visto.
Aquí
a todos nos toca participar, mojarnos el trasero, ensuciarnos las manos,
madurar y actuar además de desear. A vivir se aprende viviendo como cualquier
otra cosa, no existen mapas y si los hay no son tuyos son del vecino, de los
padres o vete tu a saber de quién y están obsoletos. Este presente es nuevo, nunca
a existido antes, es complejo, es mucho reto pero es lo que es.
Es
lo que es y no valen lamentos, quejas incesantes, berrinches de niños pequeños,
proyecciones o corajes hacia fuera sin procesar. Nunca ante hemos necesitado
examinarnos con tanto detenimiento como en el momento presente. El estar
preparados para recibir, exige que estemos preparados para dar. Los músculos de
la autonomía, de la independencia de mente y corazón exigen que los trabajemos
a diario. Este entrenamiento es fundamental
hay que asistir al gimnasio para ser coherentes con el deseo.
Necesitamos
muchas cosas que no son dinero, ni juntas, ni gobiernos, ni leyes, realmente nos necesitamos a nosotros mismos.
Tenemos que concurrir a la vida, al ruedo, al juego y para ello yo no conozco
otra cosa mejor que el propio examen diario como parte del entrenamiento. La
psicología esta al servicio de la vida, de la diaria de la que hacemos todos
los días, esa psicología es vital en este cambio. Si vamos a estar presentes y
esa es la consigna tenemos que conocer el ser que habita en nuestro cuerpo el ‟conócete a ti mismo” es más importante hoy
que nunca antes.
La
autora es Psicóloga Clínica en práctica privada.
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thaliacuadrado@gmail.com
Pues estaremos presentes...
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